¿De qué hablar?
Me pregunto si alguna vez, no os ha ocurrido. Me refiero, a que un día, por ejemplo, coincides con unas personas que no conoces, o que conoces, pero sabes que no comparten las mismas aficiones que tú. Es entonces, cuando te preguntas cuál podría ser el tema adecuado para establecer una comunicación.
Por lo que a mí respecta, soy consciente de que mis cositas, son mías, y me las guardo para mí, y para los 4 ó 5 que piensan como yo. En realidad, establecer una comunicación interesante, es algo complicado. Digamos, que si a mí, por ejemplo, me gusta, hablar de los romanos, hay muchos que no. Así que si no quiero matarlos de aburrimiento, es mejor cambiar de conversación, en cuanto vea sus miradas perdidas, o sus falsas sonrisas. Y es que por desgracia, para muchos, hablar de romanos, es hablar de batallitas, y eso no es siempre así. Es una lástima.
Las batallitas, no están de moda. Recordemos esos viejos tebeos de “el guerrero del antifaz”, “el capitán Trueno”, “Hazañas bélicas”, o “El Jabato”. Desaparecieron, precisamente por eso: Ya estábamos hartos de “héroes”, que mueren por su patria, y por los demás.
Recuerdo, que una vez le pregunté a una amiga, si era buena cocinera. Me respondió que sí, y le contesté que me encantaba la tarta de manzana. Entonces ¡Oh afortunado de mí! Ella sabía la receta, y me la dio detenidamente. No me enteré de nada, por dos razones: Ella tenía la voz muy fina, y yo estoy un poco sordete, y es frecuente que cuando veo una película, solo me entere de lo que dice el malo. Y la otra razón, que no me interesaban las recetas de cocina. Así y todo, fui lo suficientemente educado, como para escucharla sin poner mala cara, ni protestar. Algo, que deberían aprender muchos. Y si la conversación, no interesa, trata de desviarla hacia otra que más te guste.
Hay paises, en los que si en tu tiempo libre laboral, te pones a hablar con los compañeros, de otra cosa, que no sea trabajo; éstos se creen, que eres un vago, al que no le gusta trabajar.
Un día, no recuerdo porqué motivo, nos pusimos a hablar de Spíderman, entre varios compañeros de curso. Uno de ellos, con acento andaluz, exclamó:
-¡Ah sí, Spíderman! Qué cómics tan bonitos. El que más me emocionó, fue aquel en que harto de tantas críticas, cogió, y tiró el disfraz a la basura, para no volver a disfrazarse más. Entonces, se lo pensó mejor, y lo cogió ¡Lo hizo por patriotismo! ¡Porque quería a su patria! ¡Querer a tu patria, es lo más hermoso que hay!
Nos miramos, algo extrañados. Ese chaval, tenía bastante sentido común, pero eso del patriotismo....No encajaba en la clase de conversación que se suele tener hoy en día. No fue esa la única vez, que habló de eso. Por fin, intrigado, uno le dijo:
-¿Tú de donde eres?
Y respondió:
-Nací en Jerez....Pero mi padre es americano. Lo trasladaron a la base de Rota, y aquí conoció a mi madre.
Ya decía yo. Y es que en los Estados Unidos, hablan más de ese tema, que aquí. Qué duda cabe, que debió ser su padre, el que le enseñó los valores del patriotismo.
Pero no siempre es bueno tener conversaciones interesantes. Recuerdo que a principio de los 80, estando en El Bosque, con los boys scouts, uno de ellos, llamado Andrés sintió ganas de hacer sus necesidades. Así que nos pidió que le esperáramos, mientras él las hacía, junto a un árbol...Y de camino avisáramos a los que pasaran.
Entonces, uno de ellos, se puso a hablar de la película de moda. O sea, viernes 13. Como éramos chavales de entre 14 y 17 años, la encontramos interesante. Tanto, que no nos dimos cuenta, de que en ese momento, pasaba una chavala, también scout. Nosotros a lo nuestro.
Entonces, la vimos dar la media vuelta, con la cara muy colorada. Eso nos hizo volver al presente ¡Andrés! Dijo uno de nosotros.
-Andrés....sí. Acabo de cruzarme con él. Acabo de verlo limpiándose el culo. Dijo ella en voz bajita, y con cierta sonrisa.
Está claro, que para bien o para mal, hay que estar pendiente de lo que se habla.
2 comentarios
Miyinalouzo -
Una mirada... -
Saludos.